La estrategia de Donald Trump de realizar ataques militares contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Caribe y el Pacífico provocaron un rechazo cada vez más común entre sus aliados internacionales. Aunque la Casa Blanca defendió estas acciones como necesarias para frenar el contrabando de drogas, gobiernos de América Latina y Europa denuncian violaciones del derecho internacional y un uso excesivo de la fuerza.


En este sentido, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, calificó los bombardeos como “inaceptables” y pidió una investigación inmediata. Según Türk, los ataques podrían equivaler a “ejecuciones extrajudiciales” si se usa fuerza letal sin el debido proceso, especialmente cuando ocurren en aguas internacionales y fuera de un escenario de conflicto armado formal.
Desde América Latina, Colombia fue una de las voces más firmes contra los bombardeos. El presidente Gustavo Petro exigió que Estados Unidos suspenda los ataques y acusó de Trump de buscar interferir en la soberanía de los países de la región.
En Europa también se ascendieron alarmas. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, sostuvo que los ataques “desprecian el derecho internacional” y advirtió sobre una posible escalada que podría desestabilizar la región. Días atrás, el medio de noticias internacional CNN reveló que Reino Unido suspendió intercambio de inteligencia con Washington.
La idea de Trump interceptar embarcaciones del narcotráfico es ineficaz y se contradice con los hechos
Desde la administración Trump defienden la táctica como una evolución de su guerra antidrogas: los barcos atacados son descritos como “narco-terroristas”, y se argumenta que la interceptación tradicional no es eficaz. El secretario de Estado, Marco Rubio, manifestó públicamente que la lógica es diferente: “interceptar no funciona; lo que detiene estas embarcaciones es eliminarlas”, dijo, anunciando que habrá más operaciones.


Sin embargo, analistas en seguridad nacional ponen en duda la sostenibilidad de ese enfoque. Douglas Farah, experto en crimen latinoamericano, afirmó que los Guardacostas de EE.UU., con los recursos adecuados, son más eficientes y legales que estos bombardeos a gran escala.
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