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Una carrera política truncada por una ausencia


La riada no sólo anegó las calles de Valencia. También arrastró consigo el capital político de Carlos Mazón y su carrera en la esfera pública. Su ausencia en las horas más críticas de la dana del 29 de octubre de 2024, en la que murieron 229 personas, le ha costado finalmente un año después de la tragedia el cargo al presidente de la Generalitat.

El dirigente popular, que presentó esta semana su dimisión, se va después de 12 meses de manifestaciones en la calle para reclamar su marcha, continuas exigencias de la oposición para que dejara el cargo o le apartara su partido y de abucheos en sus actos públicos, donde era recibido con el grito de Mazón dimisión.

El culmen fue el reciente funeral de Estado en Valencia por el primer aniversario de la dana, donde le gritaron «asesino» y «cobarde» ante los reyes, autoridades y el líder de su partido, Alberto Núñez Feijóo. Allí tuvo que escuchar a la prima de un fallecido decirle que quien «omite su deber a sabiendas» de que eso puede suponer la pérdida de vidas humanas comete «el acto primigenio que deriva en sus muertes».

Fecha de caducidad

Desde la catástrofe, muchos daban por finiquitada la carrera política de Mazón que hasta ese fatídico 29 de octubre parecía imparable, pero que desde que se supo que ese día estuvo en una comida de casi cuatro horas con una periodista y no llegó al Centro de Emergencias hasta las 20:28 horas parecía tener fecha de caducidad.

El avance de la instrucción penal sobre la catástrofe, en la que la jueza de Catarroja le ofreció varias veces ir a declarar, y las encuestas publicadas, que señalaban que la gran mayoría de los valencianos no lo querían de presidente, habían convertido al barón del PP en un personaje incómodo incluso para su partido.

El foco mediático se ha mantenido constante sobre él, con una tregua este verano por el caso Koldo-Cerdán-Ábalos y los grandes incendios, pero los nuevos detalles conocidos sobre lo que hizo esa tarde, de la que ha ido dando distintas versiones, y el aniversario de la tragedia habían reavivado las exigencias de que fuera sustituido.

Cargo público con 25 años

Mazón (Alicante, 51 años) deja una Presidencia de la Generalitat a la que llegó hace 27 meses tras ganar las elecciones autonómicas y acabar con ocho años de gobiernos de la izquierda, en lo que parecía el culmen a una carrera política que inició en 1999, con 25 años y después de licenciarse en Derecho, de la mano de Eduardo Zaplana.

Tras ocho años como director general en la Generalitat, en 2007 dio el salto a la Diputación de Alicante y dos años después dejó el acta de diputado provincial para ser gerente de la Cámara de Comercio de Alicante, etapa en la que disfrutó de la crianza de sus dos hijos mellizos y desarrolló aficiones como la música -con su grupo, Marengo, donde incluso intentó presentarse a Eurovisión- o las carreras de coches.

En 2019, este político campechano se convirtió en presidente de la Diputación de Alicante, el reducto con más peso del PPCV y desde donde ejerció de contrapoder al Consell del socialista Ximo Puig, hasta el punto de que su predecesora en el partido, Isabel Bonig, aseguraba que «la reconquista» del poder popular empezaría por el sur.

En 2021 fue elegido presidente del PP de la Comunitat Valenciana arropado por el entonces líder nacional, Pablo Casado, e inició la carrera hacia la Presidencia de la Generalitat, a la que llegó tras lograr 40 diputados en las elecciones autonómicas de 2023 y cerrar solo 16 días después el primer pacto postelectoral en España de esos comicios con Vox.

Una rapidez que dejó unas cicatrices en la dirección nacional de su partido, aunque, según dijo Mazón, «no sangraron» y se curaron, y que le llevó a incluir en su Consell a Vox, partido con el que siguió manteniendo relaciones fluidas cuando un año después los de Abascal abandonaron todos los Ejecutivos regionales, dado que sus 13 votos son decisivos para tener la mayoría en Les Corts.

Volteo a la legislatura

Pero la devastadora dana del 29 de octubre dio la vuelta a una legislatura hasta entonces tranquila que ha pasado a estar centrada en la catástrofe, donde Vox ha dado oxígeno a Mazón aprobándole en mayo los presupuestos autonómicos de 2025 a cambio de asumir algunos de sus postulados y estaba negociado unas nuevas cuentas.

Con el aniversario de la riada y las críticas de las asociaciones de víctimas, la situación se había vuelto insostenible para Mazón, de quien Núñez Feijóo dijo que en las primeras horas tras la tragedia estuvo «noqueado» y, finalmente, ha quedado así: fuera de combate en el tablero político por una ausencia el día menos indicado para hacerlo.





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Escrito por Carolina Fonseca

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