En Gizmodo estamos encantados con las buenas historias sobre extraterrestres, en especial si son de las que te dan dolor de cabeza. En lo personal, me gustan las bromas también.
El nuevo libro de Daniel Whiteson y Andy Warner se titula ¿Do Aliens Speak Physics? And Other Questions about Science and the Nature of Reality [¿Qué física utilizan los extraterrestres?] y más preguntas sobre la ciencia y la naturaleza de la realidad]. Allí, presentan la mejor combinación de ambas cosas, porque imaginan cómo sería hablar de física con los extraterrestres, tomando la perspectiva de diferentes expertos a lo largo de la historia y la filosofía de la ciencia. Y todo, acompañado por geniales ilustraciones de Warner, más juegos de palabras y divertidas hipótesis.
El coautor Daniel Whiteson es físico en partículas del CERN y la Universidad de California, Irvine, y comunicador de las ciencias, además de conductor del podcast Daniel and Kelly’s Extraordinary Universe. Hablamos con Whiteson sobre la naturaleza filosófica de la búsqueda de extraterrestres y lo que revela sobre nuestra propia humanidad.
Gayoung Lee, Gizmodo: ¿Hablan física los extraterrestres?
Daniel Whiteson: No sé si los extraterrestres hablan la misma física, y por eso escribí este libro. Hay muchos físicos que suponen que nuestra física es universal, que la forma en que hacemos las cosas y vivimos la vida es la única.
Quise explorar un poco todo eso, presentando argumentos en contrario y sugerir que podría haber mucho de humano en la física que aplicamos, en nuestra forma de pensarla, en nuestras preguntas y respuestas.
G: Ya en el inicio del libro presentas una versión ampliada de lo que se conoce como la ecuación de Drake. ¿Qué es?
W: La ecuación de Drake es una forma divertida de organizar tus ideas sobre si hay otras civilizaciones inteligentes en la galaxia. Tiene que haber estrellas planetarias donde vivan, una evolución que haya desarrollado conocimiento y tecnología, y todo dentro de una ventana de tiempo como para que podamos comunicarnos con ellos.
Todo eso lo analizamos por separado, y se pone énfasis en algo crucial: tienes que tener todos los elementos para que funcione. Si falta alguno, no tendrás suerte.
Pero en el libro no solo nos interesan los extraterrestres inteligentes. Queremos encontrar alienígenas inteligentes que hagan ciencia como la hacemos nosotros para poder aprender de ellos. De otro modo, el espacio se vuelve demasiado enorme como para explorarlo, y tienes que pensar que todos los elementos tendrán que conjugarse para que se pueda dar esta conferencia intergaláctica de ciencias. Es mi fantasía personal.
G: Veamos entonces algunos de estos elementos. El primero es si los alienígenas hacen física.
W: Es allí donde está la dificultad. Creo que hay mucha gente que supone que si vienen los extraterrestres serán tecnológicos porque lograron venir. Sí, tienen que lograr ese viaje de enormes distancias en el espacio, por lo que tienen que tener entendimiento científico para lograr algo así. Sin embargo, los historiadores y los filósofos de la ciencia entienden que la tecnología no requiere de la física. Hemos estado usando herramientas de piedra durante millones de años. Nuestra tecnología pasó por la escritura, la fermentación, la metalurgia y la agricultura. Son mejoras tecnológicas que mejoraron nuestras vidas sin que entendiéramos cómo funcionaban.
La mentalidad científica acelerará el desarrollo de la tecnología, pero no le es esencial. Así que ¿es realmente esencial la ciencia? ¿Y qué es la ciencia, entonces?
G: Suponiendo que los alienígenas son científicos, no sabemos si se preguntan las mismas cosas que nosotros.
W: Una de las piezas que me motivaron a la filosofía fue esa pregunta: ¿por qué es entendible el universo? Podemos usar herramientas matemáticas bastante simples para entender el mundo que nos rodea. En lugar de que el universo esté lleno de caos, surge esta simplicidad. No conocemos la capa fundamental de la realidad, si es que existe. Por eso nuestra ciencia siempre estudia los fenómenos emergentes. Tal vez es la forma en que filtramos el universo. Es un universo loco lleno de ruido constante, pero hay determinadas historias que nos interesan. Por otro lado, si lo emergente forma parte del universo, entonces tenemos eso en común con los extraterrestres. Estudiarán los planetas como los estudiamos nosotros. Lo mismo pasa con las partículas. Ellos verán las mismas historias, que son simples. Pero no lo sabremos hasta que contactemos con ellos.
G: ¿Piensas que tiene sentido comunicarnos con los animales buscando prepararnos para comunicarnos con extraterrestres? Podría decirse que la comunicación entre especies no tiene nada que ver con cómo sería un mensaje inteligente de parte de extraterrestres.
W: Creo que no estoy de acuerdo. Digo que sí es improbable que poder comunicarnos con los delfines nos ayudará a comunicarnos con los extraterrestres. Pero el hecho de que no logramos comunicarnos con estas especies nos muestra que todavía tenemos que aprender mucho sobre la comunicación con otras especies, y que la práctica y el lograrlo podrían preparar el camino para el éxito en el futuro. Hay barreras que todavía no cruzamos. No entendemos el canto de las ballenas, ni la comunicación entre los murciélagos. Pero definitivamente, hay algo allí que necesitamos saber.
G: La ecuación de Drake ampliada no presenta una pregunta de sí o no sobre la existencia de los extraterrestres. Es una situación ideal en la que podríamos tener un intercambio intelectual con ellos.
W: Así es.
G: Percibo que eso hace que nos resulte más difícil encontrar a la civilización alienígena “ideal”. ¿Cuál será el peor de los casos, que no acabe con la muerte de todos aquí en la Tierra?
W: (Ríe) Bueno, uno de los resultados es que todo se ubique en línea con ellos. Nos dan las respuestas y nos catapultan hacia el futuro de la ciencia. ¡Increíble! Lo más frustrante, lo que podríamos llamar el peor de los casos, es que no haya nadie allí afuera haciendo ciencia como la hacemos nosotros. No les interesan nuestras preguntas. Sus respuestas son diferentes. Usan una tajada del universo que nosotros no usamos. Estamos solos en la mesa de la Conferencia Intergaláctica de Ciencias. Eso sería desafortunado.
Desde la filosofía, sería más divertido si los alienígenas no responden a todos nuestros requerimientos porque allí aprenderemos sobre nuestras propias peculiaridades, como diciendo: “Es interesante que nuestra física sea diferente a la del resto del universo. ¿Qué significa eso en cuanto a ser humanos?”.
Creo que a los filósofos les interesa más ver que somos los únicos en el universo que hacemos física de esta manera. Pero sería una frustración para los físicos, claro.
G: ¿Buscar vida extraterrestre es algo del ego de los humanos?
W: Sí, seguramente. Por un lado, queremos encontrar alienígenas similares a nosotros, porque eso nos valida. Y también querríamos que fueran parecidos a los humanos para dejar de ser tan especiales. Mi parte favorita en la búsqueda es que cualquier respuesta será maravillosa, nos volaría la cabeza de manera genial. Soy pro alienígenas, sin duda. Incluso si vienen y nos envían a las minas de hidrógeno, creo que sería interesante. ¡Quiero correr ese riesgo!
G: El libro presenta la impresionante unión de la filosofía y la ciencia, pero eres físico. ¿En qué cambió este proceso la forma en que ves tu propio trabajo como científico?
W: Buena pregunta. Siempre me interesó la filosofía como aficionado. Vi que la física de partículas está llena de gente con fuertes opiniones filosóficas, pero que piensa que la filosofía es una pérdida de tiempo. Su actitud es como la de Richard Feynman: la física necesita a los filósofos como las aves necesitan a los ornitólogos. Si les preguntas si el top quark es real y si estaba allí antes de que lo descubriéramos, te dirán que sí, por supuesto. Si es física, allí estaba. Te dirán que no lo creamos, sino que lo encontramos.
En mi opinión, son cosas en conflicto. No creamos las partículas, pero no las vemos, no podemos sostenerlas en la mano y no interactuamos con ellas. Contamos historias sobre cómo funciona el universo, pero al final de todo, son historias, historias que nos satisfacen y no sabemos si satisfarán a otros, por lo que eso echa algo de luz sobre mi trabajo y hace que me pregunte qué significa.
Incluso si la física no es universal, no pierdo el interés en hacer física porque sigo viendo que la física es una forma divertida de tratar de entender el universo. Tenemos una relación íntima con el universo y nos importa. Forma parte de los seres humanos.
Do Aliens Speak Physics?, de la editorial W. W. Norton & Company, estará disponible en edición electrónica e impresa con encuadernación de tapa dura a partir del 4 de noviembre de 2025.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Romina Fabbretti. Aquí podrás encontrar la versión original.


