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Ya puedes controlar tu sueño, tuspasos y tu ritmo cardíaco, pero ahora su inodoro quiere participar en el seguimiento de tu salud.
Un nuevo escáner de orina inteligente, descrito como el primero de su clase, promete convertir su pis matutino en un informe sobre su salud, analizando lo que vierte por el inodoro en busca de pistas sobre su hidratación, nutrición e incluso salud renal.
El U-Scan, desarrollado por la empresa tecnológica francesa Withings, se instala discretamente en la taza del váter y envía los resultados en cuestión de minutos directamente a una aplicación.
Cómo funciona el dispositivo
El dispositivo, que apareció por primera vez como prototipo en 2023, utiliza un cartucho recambiable para medir marcadores químicos como el pH, la gravedad específica, las cetonas y la vitamina C.
La empresa afirma que estas lecturas pueden proporcionar información sobre la hidratación, la nutrición y el metabolismo de las grasas, e incluso ayudar a los usuarios que toman medicamentos para perder peso a realizar un seguimiento de los cambios en su dieta.
La orina es rica en datos biológicos. Los investigadores han catalogado más de 3.000 metabolitos en muestras de orina humana.
Withings ofrece dos cartuchos para el U-Scan. El cartucho Nutrio se centra en la nutrición, midiendo el pH urinario, la gravedad específica, las cetonas y la vitamina C. Por el contrario, el cartucho Calci está dirigido a la salud renal. Realiza un seguimiento del calcio, el pH y la gravedad específica, ayudando a identificar tendencias que podrían indicar un riesgo de cálculos renales.
Orinar tiene un precio
Sin embargo, el dispositivo no es barato. En el Reino Unido, Withings vende dos versiones del dispositivo: el paquete Proactive, que cuesta unas 320 libras (275 euros), y el paquete Intensive, con un precio más cercano a las 390 libras. Ambos incluyen la unidad básica U-Scan -un pequeño escáner en forma de disco que se engancha en la taza del váter- y uno o dos “cartuchos” desechables que duran unos tres meses.
Una vez agotados estos cartuchos, el usuario debe comprar repuestos. En Estados Unidos, cada cartucho cuesta unos 100 dólares (85 euros), o 180 dólares el par, dependiendo de la frecuencia con que se hagan las pruebas.
Con el plan Proactive, la empresa recomienda de dos a cuatro análisis por semana, mientras que la opción Intensive se realiza casi todos los días.


