Antes era el príncipe Guillermo quien generaba escenas de histeria colectiva. Y, en menor medida, el rebelde Harry. Pero parece la generación Z al fin tiene a su propio príncipe azul de la realeza británica: Albert Louis Philip Edward Windsor.
Primo de Carlos III y nieto del duque de Kent, de quien algún día heredará el título, es el primer miembro de la realeza en llevar el nombre de príncipe Alberto, más conocido como Bertie, que más tarde se convertiría en Jorge VI, el padre de Isabel II. Además, fue el primer bebé de la realeza británica bautizado por el rito católico desde 1688.
Su padre, Nicholas Windsor, se convirtió a la religión católica y se vio obligado a renunciar a su posición en la línea de sucesión al trono, provocando así también la exclusión de Albert. De no ser por ello, sería el 37º en la línea de sucesión. Albert se crio en Roma junto a sus dos hermanos pequeños, Leopold, que ahora tiene 16 años, y Louis, de 11 años.
El hecho de que estuviera fuera de Reino Unido durante gran parte de su infancia explica que haya sido visto en público en tan pocas ocasiones. No obstante, desde que cumplió 18 años, Albert parece estar incorporándose poco a poco a la vida social propia de alguien de su posición. A diferencia de su padre, que no mantiene una relación muy cercana con la familia real y, al parecer, ni siquiera fue invitado a la celebración de la coronación del rey Carlos, el niño goza del favor de la monarquía.
En el funeral de su abuela Catalina de Kent, celebrado en la catedral londinense de Westminster el 15 de septiembre de 2025, el joven se mostró al parecer muy cercano al príncipe Guillermo, Kate Middleton y al propio Carlos III, padrino en el bautizo de su padre, Nicholas.
Pronto le volveremos a ver en la próxima edición de Le Bal de París, donde debutará el 29 de noviembre. No le perdáis de vista.
Artículo original publicado por Vanity Fair Italia. Accede aquí.
 
					 
				 Saravia Numa
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