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cómo los perros influencers podrían reinventar la comunicación digital


  • El contenido UGC no sólo es efectivo  en personas, sino que también en mascotas.

  • En los últimos años, hemos sido testigos del nacimiento de los “Dogfluencers”, perritos que llevan un estilo de vida peculiar y cobran miles de dólares por post

  • Esta tendencia puede tener ingresos de hasta 16 mil dólares por fotografía , de acuerdo con la agencia The Dog Agency. Su amplia comunidad de seguidores ha hecho que varias marcas volteen a mirar a los dogfluencers

Foto de Bigstock

La inteligencia artificial sigue expandiendo los límites de lo que consideramos posible, y su aplicación en el mundo de las mascotas parece salida de la ciencia ficción. Gemini, conocido por sus innovaciones en IA conversacional, compartió recientemente un tutorial paso a paso de cómo crear prompts para que animales como perros “hablen” de manera convincente. Esto puede parecer algo insignificante pero más allá del entretenimiento, esta herramienta tiene implicaciones profundas para los perros influencers, un segmento que ha pasado de simples figuras tiernas en redes sociales a auténticos protagonistas de campañas de marketing. La posibilidad de que los perros puedan comunicarse de forma más elaborada aunque sea a través de la IA abre nuevas oportunidades para potenciar su personalidad, su narrativa y, sobre todo, su valor comercial.

De las fotos a la voz, un nuevo lenguaje para los perros influencers

Hasta ahora, los perros influencers han conquistado redes sociales principalmente gracias a su aspecto, gestos y momentos simpáticos capturados en fotos y videos. Algunos, como Jiffpom o Doug the Pug, han logrado contratos con marcas de alimentación, moda y entretenimiento, construyendo una relación casi simbiótica con sus seguidores. Sin embargo, sus interacciones siempre han sido limitadas a la interpretación humana: los textos y subtítulos son escritos por sus dueños o community managers, y la “personalidad” de la mascota se comunica de manera indirecta.

Con la introducción de Gemini y sus prompts para voz canina, esta narrativa podría evolucionar hacia una comunicación más directa y auténtica, aunque mediada por IA. La herramienta permite generar respuestas coherentes y adaptadas a la “personalidad” que se quiera proyectar del animal. Esto no solo aumenta la sensación de vida propia de la mascota, sino que también ofrece a las marcas un recurso poderoso: un perro influencer que puede “hablar” directamente con su audiencia, participar en dinámicas interactivas, responder preguntas o incluso contar historias alineadas con una campaña específica.

El valor de esto va más allá del entretenimiento. Los consumidores tienden a conectar emocionalmente con personalidades que parecen autónomas y auténticas. Al dotar a los perros de una voz percibida como propia, se fortalece su presencia digital y su capacidad de influir en decisiones de compra, ampliando su rol de mascotas virales a verdaderos embajadores de marca. Este cambio podría redefinir cómo las agencias de marketing diseñan campañas con animales: en lugar de depender solo de la estética o la simpatía, podrían aprovechar la interacción conversacional como un nuevo canal de engagement.

El mercado de los perros influencers ya es lucrativo. Contratos con marcas de alimentos, accesorios, ropa e incluso productos de tecnología superan los millones de dólares anualmente, y cada vez surgen más microinfluencers con nichos muy específicos, desde perros deportistas hasta perros con rutinas de cuidado y bienestar. Gemini ofrece una herramienta que puede expandir este ecosistema: con prompts bien diseñados, un perro puede convertirse en narrador de contenido, participante de dinámicas interactivas o incluso colaborador creativo en campañas digitales, sin necesidad de que su dueño redacte cada interacción.

Una idea que surge de esta posibilidad es la creación de lo que podría llamarse “personalidades híbridas”, donde la combinación de la vida real del animal y la voz generada por IA permite construir una identidad digital más completa. Por ejemplo, un perro influencer que usualmente protagoniza fotos jugando con juguetes podría, a través de IA, expresar sus preferencias por ciertas marcas, interactuar con otros animales en campañas conjuntas o dar recomendaciones divertidas de productos, generando contenido mucho más dinámico y diverso.

 

 

 

 

 

 

 

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Escrito por Saravia Numa

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