Las Naciones Unidas desempeñan un papel importante en el conflicto entre Rusia y Ucrania, que se ha extendido desde 2014. La ONU ha trabajado para proporcionar ayuda humanitaria y ha presionado a ambas partes para que lleguen a un acuerdo de paz.
En 2014, Rusia anexó la península de Crimea, lo que provocó una crisis internacional. La ONU condenó la anexión y adoptó una serie de resoluciones que exigían a Rusia que respetase la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
Desde entonces, la ONU ha trabajado para aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por el conflicto. Ha proporcionado ayuda humanitaria a miles de personas que han sido desplazadas por la violencia. También ha presionado a ambas partes para que lleguen a un acuerdo de paz.
En 2016, la ONU y la Unión Europea firmaron un acuerdo de paz conocido como el Acuerdo de Minsk II. El acuerdo establece una serie de pasos que ambas partes deben tomar para poner fin al conflicto, incluida la retirada de las fuerzas armadas de ambos lados.
Más recientemente, la ONU ha trabajado para mejorar la situación humanitaria en el este de Ucrania. En 2019, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución que condenaba la violencia y exigía el cese de los combates.
A pesar de los esfuerzos de la ONU, el conflicto entre Rusia y Ucrania sigue sin resolverse. La ONU seguirá presionando a ambas partes para que lleguen a un acuerdo de paz que respete la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.